Ansiedad, nervios y mucha incertidumbre es lo que sintió Marta Rodríguez Adrados cuando llegó a la estación de Delicias de Zaragoza. Allí, se enteró de que las líneas de autobús con destino Madrid se habían suspendido debido al temporal de nieve. Estaba desesperada. Miraba una y otra vez al reloj y nadie decía nada. Eran las 18.00 horas, Marta seguía en Zaragoza. “Tenía que haber cogido el autobús con destino Madrid hace una hora y todavía sigo aquí, a la espera de que me informen. Sólo deseo llegar esta noche a la capital. Mañana tengo clase a las 08: 00 horas”, comentaba Marta.
Tras dos horas y media haciendo fila, por fin llegó a la ventanilla número 53, situada en la planta menos uno de la estación. Una azafata de ALSA le informó de que el servicio de autobuses Zaragoza – Madrid quedaba suspendido hasta el sábado por la tarde debido a la gran nevada. Según comunicó la Dirección General de Tráfico cinco tramos de carretera de la A2 entre las provincias de Guadalajara y Soria permanecían cortados desde primeras horas de la mañana para camiones y autobuses y dos puertos cerrados hasta bien entrada la tarde. En los coches era necesario el uso de cadenas. “Esta madrugada tres autobuses de la compañía se vieron obligados a dar la vuelta cuando llegaron a la localidad de Esteras de Medinaceli y no pudieron finalizar su trayecto”, comentó la azafata a Marta. Marta quedó en silencio durante unos minutos. Estaba pálida y la sensación de incertidumbre y desesperación continuaba dentro de ella. “Ahora solo me queda preguntar cual es el primer AVE que sale en los próximos minutos para Madrid. Espero que el transporte ferroviario funcione”, dijo Marta.
Además, otras carreteras secundarias de la Comunidad de Aragón también presentaron grandes dificultades. La N-330 y N- 230 en la provincia de Huesca, la N-234 en Teruel y la N- 232, a su paso por Zaragoza, fueron las más afectadas. No abrieron el tráfico hasta las 21:00 horas y el uso de cadenas era imprescindible. Los puertos de Monrepos y el Portalet permanecen todavía cerrados. A pesar de todo, Zaragoza fue la que más consecuencias sufrió por el temporal. Los accesos a la capital y a los hospitales estaban colapsados. También el transporte aéreo se vio seriamente afectado. De las 2 pistas que tiene el aeropuerto zaragozano solo una operaba, 15 vuelos con destinos nacionales e internacionales fueron cancelados y los retrasos eran de aproximadamente dos horas y media.
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